Pueblo Chico Infierno Grande

Desgraciada, cabra del mal, déjame decirte una cosa… No me gustan los pueblos, no me gusta el mar, no me gustan los hoteles. Por eso cuando llegamos a Chorin supe que alcanzaría nuevos niveles de maldición y aborrecimiento. Aunque sabes bien que cuando soy maldito me traslado mejor por los lugares y soy un poco más flexible con tus insistencias. Por eso me deslinde de cualquier trato a los nativos, aborígenes, o Chorinenses para que tu llevaras la toda la relaciones publicas y pudieras contabilizar los gastos, cambiar los euros por bolívares simples o fuertes, y reclamar mejor atención al cliente. Después de todo entre malditos el dolor debe ser de menos. A veces creo tenerlo todo contigo, no eres organizada con tu propia vida pero de alguna manera puedes manejar la vida de otros de una manera excepcional.